Reptilianos por Asturias
Crónicas reptilianas
Jesús Palacios
2024-07-10
CRÓNICAS REPTILIANAS VI
Redactadas por el agente Sobek
(alias humano: Jesús Palacios)
Para Carol
HOY, EN REPTILIANOS POR ASTURIAS, recorremos Gijón, Oviedo y algunas de las villas más hermosas del Principado para conocer a los reptilianos que viven entre nosotros, perfectamente camuflados, disfrutando de nuestras incomparables costas, playas, bosques y montañas.
Estamos en Oviedo, donde a pocos minutos de su Catedral y en una de las entradas históricas de la ciudad, en un coqueto apartamento reformado de la calle San Vicente, vive Andrés Álvarez, es decir el agente Thoth, perfectamente integrado entre sus convecinos y compañeros de trabajo.
— Andrés (guiño y risas), llevas desde finales de los noventa en Oviedo, ¿te fue difícil adaptarte?
— Bueno, en primer lugar quiero mandar un saludo a toda mi verdadera familia Anunnaki en Orión y a los amigos de la constelación de Draco, que coño, uy, perdón, vamos, que se os echa de menos. Eso sí, es verdad que llevo casi veinticinco años en Oviedo, que es un lujo. Aquí se vive muy bien y una vez te acostumbras a la piel humana, que cuando no pasas frío te asas de calor, y a tu estúpida familia mamífera postiza, que no se entera de nada, pues estupendamente.
Acompañamos a Andrés por el casco antiguo, hasta la Catedral de San Salvador…
— Pues ya estamos aquí. Esta es la Sancta Ovetensis, que mandó construir Alfonso II de Asturias, en el siglo XIV, pero se hizo sobre edificios anteriores prerrománicos, por lo menos del IX. Aquí dicen que está el Santo Sudario, entre otras reliquias de la Cristiandad, y hasta ella vienen turistas y peregrinos de todo el mundo. Su Cámara Santa es patrimonio de la humanidad. Disfruto mucho viendo la estupidez de los supersticiosos humanos que se creen a pies juntillas esta sarta de tonterías religiosas… ¡y luego no creen en la existencia de los reptilianos! (carcajadas).
— ¿Y a qué te dedicas tú exactamente, Andrés?
— Bueno, pues tengo un despachito de abogado laboralista, para provocar disputas sindicales, apoyar a las empresas y fastidiar la vida a los trabajadores: justificar despidos improcedentes, evitar pagar indemnizaciones por accidente, conseguir que los empleados no cumplan los requisitos para recibir la prestación de desempleo… En fin, esas cosinas que nos vienen tan bien para preparar el terreno, ya sabes (risas). De paso, si puedo, que puedo, empeoro las relaciones entre Oviedo y Gijón. Eso me divierte mucho (más risas).
Precisamente en Gijón, donde estos días tiene lugar el famoso festival literario y cultural conocido como la Semana Negra, nos encontramos con Pachín Fernández, alias del agente Glykon, que se está chumando una botellina de sidra en la terraza de una popular sidrería de la Playa de Poniente. Nos cuenta cómo ha sido convertirse en gijonés.
— Yo venía de un pequeño satélite cerca de Gamma Draconis, bueno, Eltanin, que la llamamos nosotros, así que no ha sido difícil adaptarme a una ciudad chica como Gijón. Lo peor ha sido acostumbrarme a la sidra. Coño, al principio vomitaba cada vez que terminaba una botella, eso si no tenía que salir por pates al baño después del tercer culín. Ahora no, ahora me las ventilo de tres en tres, con algún pinchín en medio, leyendo El Comercio y La Nueva España como un paisano.
Caminamos playa abajo hacia San Pedro, pasando por la estatua de Pelayo, y preguntamos a Pachín por su trabajo.
— Pues cómodo. Estoy en la piel de un prejubilado de Ensidesa, de los del 98, los últimos que salieron de la reconversión. Tuve suerte y me llevé un buen pellizco, gracias a los bobos del sindicato… Así que ahora me paso el día con la botellina, el diario, la copa de orujo y viendo los partidos en el chigre.
— ¿Y por la causa Anunnaki?
—Me dedico al cagüendiós todo el tiempo. Procuro no mover un dedo en casa, que la muyer se ocupe de todo y educo al vago del guaje para que se toque las pelotas. Insulto a los fachas pero también a la izquierda de ahora, que no vale nada. Suelto memes tipo “la Semana Negra es mucha fiesta y poco cultura”, “son todos iguales”, “poniálos yo a trabayar en la mina”… (risas). Ya sabes: en cuanto les caliento un poco el pico y les invito a unas rayinas, ya se están odiando todos entre ellos, comunistas, anarquistas, socialistas… Gijón contra Oviedo, Oviedo contra Gijón, todos contra Avilés… y nosotros a cosechar. Y si se tercia, voto a Foro o a Vox (más risas).
Nos ponemos ahora el bañador y… ¡hacia Llanes!, la mejor playa de Asturias, para hablar con Covadonga Saavedra, la agente Echidna, responsable de extender la campaña turística “Asturias paraíso natural”. Pero eso será después, a la vuelta de publicidad… Hisssss, Hisssss.